"Elige la incomodidad voluntaria".
Escuchas esa frase y algo en ti se resiste. ¿Para qué incomodarse si podemos vivir cómodos? ¿Por qué elegir subir escaleras si hay elevador?
Al practicarla con propósito e intención, uno se da cuenta de algo transformador: lo incómodo elegido puede forjar el alma.
Subir al tercer piso por las escaleras. Saltarte el postre. Ahorrar en vez de gastar. Orar cuando no hay ganas. Pedir perdón primero. Cada gesto implica una batalla espiritual: la del yo viejo, cómodo y automático, contra el yo nuevo, libre y consciente.
Aquí está la clave: al elegir la incomodidad, te preparas para la que no elegiste. La enfermedad. La pérdida. La espera. El fracaso. Todo eso que también llega... pero que no te encontrará débil, sino preparado.
La incomodidad voluntaria es una escuela silenciosa. Moldea tu interior para lo que importa: amar mejor, esperar más, confiar sin ver.
El misterio de la resistencia interior
Piénsalo: ¿por qué nos resistimos a lo que nos hace bien? Es como si lleváramos dentro un niño gritando "¡no quiero!" cada vez que algo requiere esfuerzo.
Esa resistencia no es casualidad; es el eco de una herida más profunda, la de quien ha perdido la confianza en que el amor pueda costar algo.
Nuestra cultura nos ha vendido la mentira de que el amor auténtico debería ser fácil y la verdadera felicidad no debería requerir sacrificio. Pero Cristo nos enseña lo contrario:
"El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, tome su cruz cada día y me siga" (Lucas 9, 23).
Claves para fortalecer el alma
Empieza por lo pequeño: una ducha fría, caminar en vez de manejar, apagar el celular media hora.
Hazlo con propósito, no por castigo: une ese acto a una intención más alta (por alguien, por amor, por fe).
Hazlo a diario: la constancia es más valiosa que la intensidad.
Recuerda que Jesús eligió libremente su cruz. No porque fuera cómoda, sino por amor.
Una frase para la semana
Elegir la incomodidad hoy es sembrar libertad para mañana.
¡Gran consejo práctico, para aplicación inmediata, sobre todo para quienes la virtud de la "Templanza" nos cuesta mucho trabajo!